Un conflicto tiene la molesta costumbre de presentarse sin haber sido invitado. La habilidad de reconocer el conflicto, entender su naturaleza y ser capaz de obtener una resolución rápida y justa al mismo, debería de ser una habilidad de las personas que lideran los equipos de trabajo.
¿Cuántas veces hemos sido testigos de un conflicto y por miedo al enfrentamiento agachamos la cabeza y no nos ponemos frente a él? Mirar hacia otro y esperar que se resuelva por sí sólo es algo que difícilmente ocurrirá, de hecho, lo más probable es que se agrave si no se aborda de manera proactiva y de la forma adecuada.
El desarrollo de conjunto de habilidades eficaces para la resolución de conflictos es un componente esencial para construir un modelo sano y flexible. Los conflictos no resueltos, a menudo provocan la pérdida de productividad, así como la creación de barreras que frenan la colaboración y cooperación.
Para un líder, la capacidad de resolución de conflictos equivale a una buena retención de talento. Un líder que no se ocupa de solucionar los conflictos, verá con el tiempo cómo un equipo preparado y solvente sale por la puerta en busca de un mejor ambiente de trabajo.
El conflicto forma parte de cualquier entorno social y organizativo, el desafío radica en la forma en la que lo abordamos. Esconderlo, evitarlo o ignorarlo, es la mejor forma de convertir un conflicto en resentimiento o incluso, sea la causa de luchas internas entre diferentes departamentos de una organización.
Conflictos en el trabajo
Pero ¿qué crea un conflicto en el lugar de trabajo? Posiciones opuestas, tensiones competitivas, luchas de poder, egos, orgullo, celos, discrepancias en el rendimiento, problemas de compensación, etc…
La realidad de todo conflicto nace de una mala comunicación o de la incapacidad de controlar las emociones. Entremos en mayor detalle en estas dos causas:
Comunicación: Si reflexionas sobre los conflictos vividos a lo largo de tu trayectoria profesional, identificarás rápidamente que muchos son el resultado de la falta de información o una información deficiente o errónea. Seguro que se te ha dado el caso en algún momento de recibir una información valiosa, pero no has sabido qué hacer con ella.
Ese hecho en sí mismo supone un problema de comunicación que a su vez te puede llevar a un conflicto. La comunicación clara, concisa, precisa, y oportuna de la información ayudará a facilitar minimizar un conflicto.
Emociones: Otro de los grandes errores que se comete en las comunicaciones en el lugar de trabajo y que conduce al conflicto, es dejar que las emociones impulsen las decisiones.
Tienes que conocerte muy bien para separar tus emociones de la misión o de lo contrario dibujarás en la otra parte la peor versión de ti mismo por la mala gestión de las mismas. Si alguna vez has antepuesto tus emociones, te habrás dado cuenta que lo primero que buscas es protegerte tu posición.
Cómo resolver un conflicto empresarial
Comparto contigo 5 claves que me han servido en mi carrera profesional para resolver conflictos:
- Definir un comportamiento aceptable: tener una definición de lo que constituye un comportamiento aceptable es un paso positivo para evitar el conflicto. Tener, por ejemplo, descripciones de trabajo claramente definidas para que la gente sepa lo que se espera de ellos y una cadena de mando bien articulada que permita una comunicación efectiva y fluida ayudará a evitar el conflicto. Al fin y al cabo, das a conocer de forma pública y claramente lo que se tolerará y lo que no.
- Enfrentarse al conflicto: Aunque no siempre se pueden prevenir, mi experiencia me ha demostrado que el secreto de su resolución es, en la medida de lo posible, la prevención de los mismos. Buscar potenciales áreas de conflicto e intervenir proactivamente es probable que evite confrontaciones. Si un conflicto se apodera de ti, la forma de ocuparse es enfrentarse a él cuanto antes.
- Entender las motivaciones: Es esencial entender las motivaciones de los demás miembros del equipo para poder sopesarlas. Otra de las maneras de evitar los conflictos es ayudar a los que te rodean a alcanzar sus objetivos. Si abordas el conflicto desde una perspectiva de ayuda para que otras personas mejoren sus metas, encontrarás pocos obstáculos en tu camino con respecto a la resolución del conflicto.
- Factor importancia: Si las circunstancias o situaciones son lo suficientemente importantes y hay mucho en juego, la gente estará dispuesta a hacer lo necesario para abrir vías de comunicación y cerrar brechas posicionales.
- Mira el conflicto como una oportunidad: Todo conflicto tiene el potencial para una tremenda oportunidad de enseñanza y aprendizaje. Si tienes la opción de liderar un proyecto, debes aprovechar cualquier conflicto que surja en tu equipo para desarrollar tu liderazgo. Las posiciones divergentes abordadas adecuadamente pueden estimular la innovación y el aprendizaje de manera que tu mente jamás habría imaginado.
La resolución de conflictos tiene que tener primero un sincero deseo de hacerlo por parte de todas las posiciones. El compromiso, el perdón, la compasión, la empatía, encontrar un terreno común, practicar la escucha activa y la flexibilidad, permitirán la construcción de relaciones que puedan evitar/prevenir los conflictos, y si no se pudiera evitarlos/prevenirlos, resolverlos de la mejor forma. En cualquier caso, si todo lo anterior falla, resuelve el problema con la razón y no con la emoción.
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