El cliente es lo más importante para una empresa, o por lo menos debería de serlo. Es el motor que debe mover todo el engranaje de la organización, tenemos que conseguir que nuestro trabajo esté enfocado en conseguir que el cliente esté satisfecho con lo que le estamos ofreciendo.
Todo el equipo debe ser consciente de que el servicio excelente es lo que el cliente espera y esto se consigue con el trabajo de cada uno de los miembros del equipo, es verdad que las herramientas o los procedimientos son importantes, pero en realidad, son las personas las que venden. Todos vendemos en una empresa, de una forma directa o indirecta, pero todos vendemos.
Basándonos en nuestra propia experiencia, os dejamos 5 consejos que pueden ayudarte a conseguir clientes contentos:
- Generar confianza en un cliente es importante y para ello es imprescindible que tengan información de nuestra organización, información veraz y que puedan contrastar si buscan más allá de nuestro testimonio. Establecer relaciones profesionales estrechas se consigue creando una conexión personal, haciéndole sentir al cliente que es importante, conociendo sus necesidades tener y sobre todo, haciéndole sugerencias que le supongan mejoras y beneficios a corto o medio plazo, en definitiva ayudándole a solventar de una forma exitosa sus necesidades o inquietudes empresariales.
- Trato personal. Cuando nos dirigimos a un cliente lo mejor es hacerlo personalmente, aunque el teléfono o los correos son de utilidad, lo mejor es hacerlo cara a cara. Tenemos que centrar nuestra atención totalmente en él, no podemos estar pendiente de nada más, ni mensajes, ni llamadas, ni prisas, tenemos que estar presentes, con lo que eso conlleva, centrados y concentrados en lo que estamos haciendo, y en la persona que tenemos enfrente y dedicarle el tiempo que requiera para que se sienta debidamente atendido. En definitiva haciendo que se sienta bien.
- Igual de importante es saber escuchar, tanto si nosotros preguntamos y nos responden, como si nos preguntan algo, ya que la información que nos requieran puede servir para atender las necesidades que puedan tener nuestros clientes y adelantarnos para ofrecerles posibilidades que hagan que el cliente sienta que merece la pena contar con nosotros.
- Cumplir lo prometido. Al cliente hay que darle lo que espera y si conseguimos superar sus expectativas, habremos conseguido la excelencia, por ello, no hay que bajar la guardia nunca, hay que estar alerta y ofrecer nuestros mejores servicios (o productos, dependiendo de cada caso) para que además de fidelizar al cliente, podamos conseguir que los mismos clientes sean prescriptores nuestros. Nada mejor como la recomendación de nuestra empresa para conseguir nuevos clientes.
- Por último, debemos ser pacientes, esperaremos a que nos respondan dando un tiempo prudencial, no es bueno presionar de ninguna manera, aunque si vemos que el tiempo que se toman es excesivo, no pasa nada por hacer una llamada para ver en qué punto nos encontramos de la posible contratación de nuestros servicios, en caso de ser un nuevo cliente, o de recibir una nueva solicitud si ya fuera cliente nuestro.
A modo de resumen podemos decir que el fin de una empresa no debe ser solo ganar dinero, debe ser conseguir clientes satisfechos con los servicios que reciben, para ello debemos atenderlos como si fueran únicos, deben percibir que son cuidados con exclusividad y darles lo que esperan de nosotros, y, si es posible, superar sus expectativas. Es importante saber marcar los tiempos, y no agobiar, debemos respetar el espacio para que la persona no se sienta presionado y valore adecuadamente la propuesta recibida.
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